Marilena Grisolía, mamá de 3: Anabella (5 años),
Andrés (casi 3 años), Ana Isabel (1 año y 7 meses). (¿El esposo se cuenta como
un 4to hijo?).
Soy una mamá que cree que se puede perder la paciencia
y que está permitido, pero cuyas respiraciones no la abandonan incluso si tiene
que contar hasta 100. Creo en mis niños, en que todo lo pueden y que el único
límite que tienen somos su padre y yo (quienes aprendimos que al ser adultos,
teníamos que tener “los pies en la tierra” y perder la capacidad de soñar).
También creo en las oportunidades infinitas, en las palabras amables y en la
paciencia sin fin (cuando me conviene), pero por sobre todas las cosas, creo y
tengo fe en que ellos pueden ser parte de un mejor futuro, de un nuevo país, y
de una sociedad empática, donde aprendamos a ponernos en los zapatos del otro,
y donde el respeto sea la bandera principal.
Luego de eso, soy maestra. He tenido el llamado desde
hace un año de intentar desde mis experiencias apoyar los procesos de
maternidad y crianza a las mamás que me siguen en mis redes sociales (@soymamade3)
como coach motivacional, y eso ha enriquecido mi vida de maneras inimaginables.
Si la maternidad personal, de una pues, es maravillosa, imagina vivir la de 10,
20, 30 personas a la vez, y además darte la bendición personal de ayudarles a
entender los procesos de sus pequeños, acompañarlos en ellos y sobre todo
guiarlos para que se consoliden de la manera adecuada. Y así no solo doy pie a
que sean mis niños esos “nuevos ciudadanos”, sino que también sean otros parte
de esa sociedad.
El ser mamá ha sido el centro de muchas cosas en mi
vida. Como vez, mi trabajo, mi vida académica y mi vida familiar gira alrededor
de ello, pero soy muy sincera y directa en todo lo que ello conlleva: No soy
“pro” lactancia, quizás porque la Doula que me acompañó en mi primer embarazo
me traumatizo atosigándome con el tema; creo en el colecho, pero no se lo
recomendaría a nadie que no tenga un amigo quiropráctico, y además cuando
pierdo la paciencia grito, se me escapa una grosería, y no siento
remordimientos por ello… He visto montones de mamás en las redes sociales que
parecieran sacadas de un cuento, yo no soy de ellas. Aquí seguramente me leerás
quejándome, también puede que me leas hablando maravillas, y es posible que en
algún momento hasta desplumemos algo. Sea como sea, son las vivencias de una
mamá de 3, que vive entre el desorden de sus niños, que es terriblemente
cuadriculada, y que intenta no sucumbir en el caos..
Marilena Grisolía,
@Soymamade3
Educadora.
Coach Motivacional.
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