Primer día de escuela.
Se vino ya el regreso a clases y
con eso un montón de gastos y corres corres para completar la lista escolar,
Sebastián estaba tan emocionado que todos los días me preguntaba: “ mañana voy
a la escuela?”, no me quedaba más remedio que suspirar y decirle que debía
tener paciencia y que ya faltaba poco aunque en su cara se notaba que no estaba
del todo satisfecho con mi respuesta.
Ya cuando estaba todo listo, se
armo el alboroto, llamamos a los abuelos, a los tíos, emocionados porque ya el
bolso estaba aquí, porque ya teníamos todo el uniforme con su bellas camisitas
amarillas bordadas con el logo de su nuevo colegio.
Sebastián que es un niño muy pila
nos miraba como si ya sabía que al día siguiente iba a pasar algo, pero.. ¿Qué
iba a pasar?
Amaneció tempranísimo, él quería
seguir durmiendo un poco más, y al escuchar “Es hora de ir a la escuela” se levanto
rapidísimo como aquel día de su cumpleaños, y ¿qué creen que fue lo primero que
hizo? ¡Tomar su uniforme y su bolso escolar nuevo!
Por fin luego del desayuno nos
fuimos a la escuela nueva, allí estaba su nueva maestra y un montón de niñitos,
unos sonriendo y otros con lagrimas en sus ojos. La reacción de Sebastián fue
decir “No se llora, vamos a jugar” quede asombrada y una gran sonrisa se dibujo
en mi cara.
Los representantes presentes
hablaban rapidísimo y les daban a las maestras instrucciones y tips acerca de
sus hijos, yo por mi parte solo les dije que mi pequeño capitán estaba
emocionado y que era un niño que se aburría fácilmente por lo tanto a veces
costaba un poco que se quedara mucho tiempo realizando una sola actividad. Pensé
que era mejor que poco a poco conocieran a Sebastián ya que es un niño que se
hace notar. Aun así le deje una nota en su cuaderno diario… solo por si acaso.
Mi asombro aun seguía al ver lo independiente que mi hijo es y lo mama gallina
que me había vuelto. Sigo respirando profundo.
Al llegar a mi oficina luego de
dejarlo en la escuela, me puse a investigar un poco y caí en cuenta que aunque
no es la primera vez que Sebastián va a la escuela, no solo él debía adaptarse
a un nuevo colegio, nuevos amigos, y una nueva maestra, también yo lo
necesitaba y me regale a mi misma 8 tips para asumir esta nueva aventura y los
quiero compartir con ustedes.
- Comunicación: debemos mantener una buena y constante comunicación con los padres y educadores, solo así podemos sentirnos más seguras y confiadas con respecto a las personas que ahora compartirán día a día con nuestros hijos.
- No debemos dejarnos angustiar por el llanto del niño, aunque Sebastián no lloro, no dejo de pensar en mi reacción si lo hubiera hecho.
- No debemos transmitirle dudas, eso solo hará que el niño no disfrute su nueva etapa.
- Ofrecerles una visión estimulante y positiva de la escuela, así se sentirá más entusiasmado al momento de asistir, y nosotros como padres estaremos más tranquilos porque estarán aprendiendo y disfrutando.
- No engañemos a nuestros hijos con mentiras consoladoras: “Si te quedas en la escuela y no lloras tendrás un premio al llegar a casa” esto solo hará que se decepcione si no le cumplimos y la idea es que le guste ir a la escuela por lo que pueda aprender y compartir
- Debemos ser pacientes y compresivos, es algo nuevo para ellos y muchos niños tardan más en adaptarse.
- Brindemos opciones para explorar, invitarlo a conocer las aéreas verdes, su salón de clases, el área de juegos.
Motivemos a
nuestros hijos a disfrutar su etapa escolar, pregúntale todos los días como le
fue en la escuela, que aprendió, y así poco a poco veras como ese lugar de
terror que lo aleja unas horas de ti, será tu aliado, porque no solo tu hijo estarás
más independiente y feliz nutriéndose de grandes cosas, sino que tu estarás mas
tranquila al ver como ese pedacito de ti crece y se desenvuelve formándose como
persona en ese lugar seguro que escogiste para él.
Katiuska Figuera.
Cofundadora Lazos de Madre
Mama Blogger en @inspirulina/ @Preguntamama/ @Tuzonavital/Twitter @kathy_figuera
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