jueves, 19 de junio de 2014

Las madrastras buenas también existen.

      Las madrastras tienen fama de malvadas, de pequeñas nosotras mismas las vimos así, como en el cuento de Blanca nieves.
      
       Pero la vida da muchas vueltas y un día al casarnos con un viudo, un hombre divorciado, o por circunstancias de la misma vida, nos convertimos en madrastras, y nos damos cuenta que no todas las madrastras son malvadas.


       Todas las madrastras que recordamos son las malas de los cuentos, hay princesas, príncipes… y ellas. Pero en la vida real, ¿son realmente tan malvadas? ¿Siguen los mismos guiones?


       El caso es que tal vez estés en un proceso en el que el hombre de tu vida, ya sea un viudo, divorciado con hijo o hijos, o tal vez un desliz de tu pareja en el matrimonio hizo que la vida te regalara hijos;  y a ti aquél papel sientes que te queda grande. ¿Cómo resolverlo? La mayoría de las mujeres adoran tener niños, pero los propios. ¿Cómo relacionarte entonces con los hijos de él sin morir en el intento?


       Yo por mi parte soy mama de un príncipe hermoso que llego a mi vida 2 meses después de que mi esposo se convirtiera en padre y yo en madrastra de una hermosa niña. Al principio estaba tan dolida y molesta por lo sucedido que me costaba tan siquiera hablar del tema o pensar en el, así que me fui por la vía que todas las mujeres que han pasado por lo mismo toman… hacer como si eso no era verdad. Pero… ¿Era eso realmente sano para mí? ¿Para mi matrimonio? ¿Para mi hijo que en ese momento aun venia en camino?, Claro que no! Y mucho menos para esa bebe que no tenía la culpa de nada de lo que estaba ocurriendo!, así que pues luego de convertirme en madre tome la mejor decisión para mi vida, para el futuro… Era hora de asumir el rol que me tocaba y aunque el miedo me consumía todo cambio cuando por primera vez con tan solo 3 meses de vida tome a esa bebe en brazos y la sentí como mía también, desde entonces entendí que Dios me bendijo con una hija, y que aunque no nació de mi hoy por hoy me llama MAMA.


     Una amiga que comparte este mismo rol conmigo me dijo “Nuestra actitud frente a las circunstancias es lo que nos hace buenas madrastras”, he allí la clave de todo! El superar, perdonar, y afrontar con madurez la situación. Esa situación que reforzó más mi matrimonio, que me ayudo a madurar en varios sentidos de mi vida, y que ya el día de hoy no duele.


      Hoy digo con toda certeza y felicidad que tengo una hermosa familia compuesta por un esposo maravilloso, un hermoso príncipe y una maravillosa hija de 3 años, que aunque veo muy poco siempre me abraza y me llama “MAMA”, UN PREMIO EN MI VIDA!


      Las madrastras no somos malas, ni tampoco malvadas; solo las que han logrado sanar heridas, y que rompen las barreras de “No son mis hijos”, pueden disfrutar de los beneficios y de la dicha de tener hijos que la vida y Dios ponen en nuestro camino para atesorar momentos que solo nosotras como madres podemos recordar!.


       Me he ganado una hija y ella a la vez tiene en mí una segunda mama.


        Somos #MamasSinFiltros 






2 comentarios:

  1. Me encantó este relato lleno de sinceridad y optimismo. Así hay que ver la vida. Transformando la adversidad en oportunidad. Felicidades por esa madurez psicológica.

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    1. Muchísimas gracias, son experiencias que esperamos puedan ayudar a otras mamas! Todo depende de la perspectiva con la que veamos la vida.

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