Comencé con la iniciativa
@mamiencontro porque me tocó la difícil tarea de ser mamá en estos tiempos de
escasez, pero también de soluciones 2.0.
Mi bebé, que ahora tiene un año,
apenas tenía dos meses cuando la crisis para conseguir pañales y toallitas
húmedas comenzó a agudizarse poco a poco. Familiares cercanos y amigos me
alertaban dónde estaba lo que buscaba y a la vez otras madres de mi entorno me
pedían hiciera lo mismo. Comenzó como un boca a boca y quizás como un favor
“entre mamás”.
Mi esposo y yo peregrinábamos por las
farmacias buscando todo lo necesario para nuestro hijo (y aun lo hacemos) y un
día en la cola le comenté que sería bueno materializar eso de ayudar a
conseguir a nuestras amigas y familiares los productos para bebés, pero que no
se quedara allí y que pudiese alcanzar a todo el que tuviese la misma
necesidad. Fue cuando pensé en una cuenta Twitter, primero porque es una herramienta
fácil de manejar, de libre acceso y con un poder de difusión increíble.
Dayimar Ayala Altuve, es Licenciada en comunicacion social. Ella nos cuenta sobre su iniciativa con "MamiEncontro" una cuenta de redes sociales donde entre madres nos apoyamos en la busqueda de productos en escasez.
Por unos días pensé como la llamaría,
hasta que de la nada surgió el @mamiencontro Nada podía describir de mejor
manera la razón de la cuenta. La voz se corrió rápidamente y a la semana ya
había alcanzado los 300 seguidores y ahora a casi cinco meses de su creación son
más de cuatro mil los seguidores.
Me movió aquél poema de Andrés Eloy
Blanco que dice que cuando tienes un hijo, tienes todos los hijos del mundo.
Sentía que no podía quedarme tranquila sabiendo que si había conseguido algo
para mi hijo otros niños no pudiesen tenerlo. Además, como periodista vi un
vacío informativo que decidí llenar, más allá de las razones del
desabastecimiento o de las ideologías, la escasez afecta a todo el mundo.
Los requerimientos son diversos, van
desde pañales (lo más demandados) hasta medicamentos, fórmulas y
productos de aseo personal para los niños; Pero no se excluyen otras
ayudas a personas adultas, porque la crisis llega a todos los niveles.
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