
Son nuestros primeros años estrenándonos
en esto de la maternidad, en este camino de aventuras y sorpresas,
corre corres y angustias. Cuando se acercan esos días nos pega la
melancolía de saber que nuestros terruños están creciendo.
Ahora bien, detrás de toda esa ilusión
de preparativos, de querer compartir con nuestros más allegados ese día
tan especial, existe algo que experimentamos cuando ese día está cada
vez más cerca y eso es el estrés. Si, leíste bien, estrés. Podemos pasar
5 meses planeando una fiesta sencilla con todo el amor del mundo, pero
siempre habrán cosas que creemos se nos escapan de las manos o
simplemente, que el tiempo no es suficiente.
Hace unas semanas celebramos el
cumpleaños de Sebastián, sus primos y amiguitos con los que a menudo
comparte estuvieron allí disfrutando con el su día especial, él se
encargo de escoger el tema de la fiesta, los colores, las invitaciones y
juntos nos encargamos de entregarlas.
El día más esperado del mes estaba
cerca, les confieso que me di cuenta del poco tiempo que tenía para
llevar a cabo lo planeado. Surgieron muchos imprevistos pero por suerte
conté con la ayuda a distancia de una gran amiga que me dio muy buenos tips para borrar el estrés y pude llevar a cabo de manera exitosa el cumple de mi capitán.
Son cosas que sabemos pero es bueno siempre que alguien te apoye y te las recuerde.
- Respira profundo y organízate, es necesario tomarnos un momento para así con calma poder comenzar con los preparativos.
- Mira en tu cuaderno de anotaciones (en mi caso anoto todo para que no se me olvide nada) que es lo más importante que puedas tener atrasado y que necesites esté listo pronto.
- Delega a personas de confianza que estén involucradas en la realización del evento, cosas de la lista así tendrás mas tiempo disponible para afinar detalles.
- No olvides que existe un presupuesto, así que evita gastar en cosas innecesarias.
- Se precavida en las actividades que se realizarán durante la celebración. Los niños son muy traviesos y a la hora de divertirse hacen un sin fin de cosas y podrían haber caídas o raspones que opaquen un poco la celebración.
- No olvides disfrutar tú, pues también es tu día y aunque al final siempre queda el cansancio, también te quedaran esos momentos atesorables con tu pequeño.
Todas las madres sabemos lo que implica
celebrar los primeros años de nuestros terruños, sin embargo, no podemos
evitar esas ganas inmensas de festejar por todo lo alto que ese día nos
convertimos en mamás de esos terremotos que corren por todos lados, que
nos vuelven loca, pero que nos regalan los días más maravillosos de
nuestra vida.
Si sientes que el estrés está
obstaculizando tu ilusión y la de tu pequeño, respira muy hondo y
recuerda los hermosos momentos que juntos tendrán ese día de risas y
juegos. A apagar las velas!
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